Los sábados lluviosos incitan al "senderismo" nudista

No se sorprendan, no es la primera vez que ocurre en mi círculo de amistades. Sábado noche, cielo encapotado y amenaza de lluvia. No sería nada fuera de lo común para cualquier grupo de personas que saliera a tomar unas copas, salvo por la carga de paragüas para los/as más minuciosos/as.
En nuestro grupo, esos 3 síntomas denotan un claro riesgo de que la gran mayoría de componentes acabe como Dios les trajo al mundo. Así es, somos unos exibicionistas.
Hay una chica ahí
Esa frase sería
capaz de disuadirnos de nuestro cometido (que no es otro que una carrera nudista hasta el final de la calle) si no fuera por la embriaguez que nos recorre de arriba a abajo y que hace que hagamos caso omiso de cualquier "amenaza" exterior.
Cual final de los 400 m. lisos de Pekin 2008 salimos corriendo calle abajo, teniendo que esquivar un par de personas por el camino. Cuando un competidor se fatiga y decide parar, el resto, como muestra de compañeri
smo, le esperan para continuar todos caminando hasta el final de la calle. No recuerdo quien ganó, y tampoco importa, dado que nuestra competición es un acto espontáneo producto de una meteorología adversa y unas copas de más.

Han dado chubascos para mañana...



Porque nada es lo que parece...

Te levantas de la cama, cansado. Titubeante consigues llegar hasta el cuarto de baño donde das rienda suelta al almacenamiento masivo producto de la ingesta desmesurada de anoche. Ayer fue un buen día, o eso creo. ¿A qué hora llegaste a casa? ¿a las 4? ¿a las 6? Que más da, te lo pasaste de puta madre.

Aún recuerdo la cara de aquella chica, sus ojos, esos labios carnosos. Se te comía con la mirada, ¿lo recuerdas? Lástima que no te atrevieras a decirle nada, como siempre, vamos... De todas formas no habría pasado nada, se hubiera cansado de ti a las dos semanas... como hacen todas. Pero, ¿y si ella era diferente? Jamás lo sabrás, por mierdas. Te faltan cojones para decirle algo a una chica y todo por ese estúpido miedo al fracaso. Ese miedo que tenemos todos a que una chica, que no vamos a ver en la vida, nos diga "no, gracias". ¡Que se joda! Ella es la que jamás sabrá lo que es sentirse plena contigo. Probablemente acabará con un alcoholico que le pegará delante de sus hijos. Pero, ¿y a ti que te importa eso?

Creo que lo mejor es que vuelvas a la cama y termines de digerir ese kevab que te comiste de camino a casa.